| Mephisto | ||||||||
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 "Pero ¿cómo no aprovecharse de ellos? Son tan frágiles e ingenuos..."
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El Príncipe del Fuego, Mephisto, se perfila como uno de los más poderosos seres que alguna vez han pisado la tierra creada por los Antiguos. Es él quién desde el principio tomó las riendas de la Corte del Fuego e intento inculcar su sentido de "tolerancia" y "respeto" a los vástagos que escapaban de Niflheim.
Inicios
Mephisto es uno de los demonios conocidos como originales, uno de los primeros que creó Geriel con su fatídico hechizo fallido. Se desconoce a qué raza pertenecía antes del cambio, o por qué fue apresado en el Niflheim originalmente - ni siquiera él mismo lo recuerda, aunque pocos saben esto. Durante un buen tiempo se mantuvo al margen de lo que hacían la mayoría de los demonios, pero cuando finalmente fueron sometidos por los elfos decidió aparecer en escena para reclamar ser el Príncipe del Fuego. Sin duda, contaba con suficiente poder mágico como mantener a raya a prácticamente cualquier demonio, y además era lo suficientemente hábil con las palabras y las personas como para ser útil a su facción en la Corte de las Cinco Razas.
Gobierno
Cuando le fue ofrecida una Casa tomada de los Amroth durante la Guerra de la Roca y la Hoja, Mephisto no aceptó. En cambio, construyó Brænende Sne desde cero - la primera de muchas casas del fuego por venir. Durante mucho tiempo Mephisto gobernó, y ha hecho de todo por su raza. Rescató a muchos de los que fueron encarcelados en el Niflheim a lo largo del tiempo, y a pesar de que su raza continuamente cometía afrentas contra las otras, principalmente contra los ángeles él siempre supo defenderlos en la Corte. Después de todo, estaba en su naturaleza cuestionar los límites impuestos. ¿Debían entonces castigar a los licántropos por convertirse en lobos y a los vampiros por necesitar sangre para vivir? Solía alegar con una sonrisa ante los presentes en la convocatoria.
Sin embargo, Mephisto no pudo defender a su segundo a mando, Leraje, cuando dejó embarazada al ángel Calliel. Leraje murió bajo la orden del Rey Emereth, y el demonio realmente lamentó su pérdida. Poco después, el arcángel Gabriel lo buscó y le informó fríamente que, según Michael, tanto él como el resto de la raza de los demonios se podían dar por muertos. Mephisto se mostró contento ante la perspectiva de la batalla y invocó la antigua alianza que tenía con los vampiros para reforzar sus tropas, pero aún así teme que los antiguos dioses tomen represalias si las cosas se salen de las manos de los elfos. Actualmente, su mano derecha es Marchosias, un demonio que él mismo creó hace ya mucho tiempo.
Elías, su hijo
Mephisto tiene un hijo híbrido cuya existencia desconoce, ya que poco tiempo después de concebir al niño su madre fue atacada por demonios que él no conocía, miembros de la armada secreta de Gremory. Él creyó que la humana había muerto, y realmente lo lamentó porque a diferencia de muchas de las otras personas que había conocido la respetaba. Sin embargo, la mujer sobrevivió y dio a luz a su niño, quien creció para convertirse en un cazador que sólo desea matarlo.
Trivia
- Mantiene una relación de respeto con Jackson Dormen, Príncipe de la Luna y con el Rey Emereth Evenstall con quienes puede hablar casi de cualquier tema.
- Está consciente de que Luth Andurien, Príncipe de la Sangre, no está contento con la afrenta de los demonios ni con la venidera guerra así que vigila sus pasos pues conoce que puede debatir e influir sobre su hermana con respecto a la alianza.
- Aún sigue viajando a Niflheim de vez en cuando para capturar nuevos demonios. Sin embargo, la presencia del Arcángel Azrael como Protectora de la cárcel élfica y el Pozo de las Almas ha hecho que pise con más cuidado aquel territorio de castigo.