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Draeneiswide



Draenei
Draeneisi
Afiliación
Alianza
Capital
Exodar (Azeroth) Shattrath (Draenor)
Líder
Profeta Velen
Planeta
Argus
Idioma
Draenei

También conocidos como los Exiliados. Los Draeneis alguna vez fueron Eredar, una sociedad antigua originaria del Planeta Argus. Tras años escapando de la Legión Ardiente finalmente el Exodar aterriza en Azeroth, dando a conocer estos seres tan extraños.

Historia

Los Eredar eran una raza inteligente y prospera dentro del planeta Argus. Desde sus comienzos siempre tuvieron una afinidad natural hacia la magia y a cualquier tipo de presentación de esta. Pudiendo manipularla a voluntad con total facilidad. Con esto, construyeron enormes ciudades con tecnologías avanzadas.

Dentro de los Draeneis aún se recuerda, con especial amargura, como fue que los tres líderes, Kil'jaeden, Archimonde y Velen fueron tentados por el Titan oscuro Sargeras. No fue sino Velen, el único dentro de los tres, capaz de ver la oscuridad del futuro que les esperaba como sociedad Eredar. Incluso teniendo visiones de la Legión Ardiente y el Caos que les esperaba. Sin embargo, Archimonde y Kil'jaeden, motivados por la codicia, juraron lealtad al Destructor de Mundos, y le dieron la espalda a Velen. Con esto, los primeros Eredar, comenzaron a manipular energías oscuras y corruptas, volviéndose los demonios que ahora se conocen. Asi comenzó la Legión Ardiente.


Pese a lo expuesto que estaba Velen, buscando el bien para su gente, y aquellos que no cayeron bajo la manipulación de la Legión Ardiente, sus rezos fueron escuchados por una raza interdimensional y divina, conocida como los Naaru. Estos le ofrecieron a Velen guiar a sus hermanos a una zona segura y ayudarles contra la Legión Ardiente. Es por ello que Velen reunió a los Eredar más leales y les hizo llamar "Draenei", o "Exiliados" en su lengua materna. Así fue como los Draeneis abandonaron Argus, con la Legión Ardiente siguiéndoles por la espalda. Kil'jaeden, ante la rebelión de Velen, juró cazar a todo Draenei hasta el fin de los tiempos.


Los Draeneis son conocidos por sus viajes espaciales, con ello han visitado varios mundos, hasta al fin encontrar uno seguro en Draenor. No obstante, la Legion Ardiente comandada por Kil'jaeden, jamás dejaron de seguirlos. Los Naaru les enseñaron a canalizar el poder del Elemento Blanco (también llamado "Luz") y recibieron la bendición de estos. También les explicaron que no serian los únicos en luchar contra la Legión Ardiente, y habrían otras criaturas y energías en el cosmos que se opondrían al poder del Caos.

Draenor

Una vez establecidos en este planeta, que Velen bautizó como Draenor o "El refugio de los Exiliados". Lentamente prosperaron, silenciosos, evitando el uso de la magia para que la Legión Ardiente no les encontrara.

Dentro del mismo planeta, tuvieron varios encuentros con los clanes orcos los cuales fueron reconocidos por los draenei como pacíficos, y poco a poco desarrollaron una relación de amistad y luego, inclusive, comercial. Ambas razas se habían forjado en la amistad y los orcos habían enseñado el chamanismo a los draeneis; sin embargo, esto cambio a la larga.

Pese a los intentos de permanecer refugiados y ocultos en Draenor ante los ojos de la Legión, finalmente Kil'jaeden les ubico, y supo de estos. No obstante, el Señor de la Legión desvió su atención hacia los Orcos, usándolos y corrompiendo los con la ayuda del brujo Gul'dan. Ante esto, comenzó la Gran guerra entre los Orcos y Draeneis durante ochos largos años, donde los Orcos salieron finalmente vencedores. Ante la guerra casi el 80% de la población Draenei fue masacrada, y otros más fueron afectados por la magia vil de los Orcos presentando mutaciones anti-evolutivas, dando resultados inesperados de subespecies como los Perdidos.

Kil'jaeden consideraba su victoria asegurada. Velen había escapado con un grupo de Draeneis a Marisma de Zangar, hasta hace no mucho, cuando tuvieron que abandonar su lugar, y volver a ser visibles para el mundo, cuando los Elfos de Sangre, liderados por el Príncipe Kael'thas, invadieron el Castillo de la Tempestad y el Exodar, llevándose con ellos al Naaru M'uru.

Velen guió a sus hermanos a un ala de la inmensa nave, pues el Naaru O'ros les prometió un nuevo Hogar donde les ayudarían a luchar contra la Legión Ardiente.

Azeroth

Muchos recuerdan la lluvia de estrellas y el enorme agujero en el cielo, cuando el Gran Exodar se partió en dos y cruzo el cielo hasta estrellarse en la Bruma Azur. El resto de los Draeneis salieron dispersos en diferentes zonas de Azeroth, protegidos por Capsulas espaciales. Varios murieron por la caída, y otros quedaron malheridos, o tuvieron la mala suerte de caer en tierras hóstiles.

Pese a esto, no paso por alto la noticia de los "invasores" en el planeta. Los primeros en dar con ellos fueron los Kal'dorei quienes, al ver la cantidad de especies extraterrestres que habían traído consigo y estaban atentando ahora con el equilibrio natural de la isla, su control de la magia arcana, su afición a la tecnología y finalmente su aspecto, que recordaba a la morfología de los líderes de la Legión Ardiente, decidieron atacarles. No fue sino a través de un interés en sus inventos por parte de los enanos que Ventormenta decidió enviar varias tropas stromgardianas para explorar la isla. A través del contacto con los Naaru y al notarlos practicantes de un culto muy similar a la Luz Sagrada, los imperiales decidieron intervenir en la guerra entre elfos y draeneis para proteger y salvaguardar a estos últimos.

Actualidad

En estos momentos los Draeneis son muy bien recibidos en casi todas las naciones de la Alianza, generalmente por interés intelectual o religioso -pocas veces por aútentico altruismo-. La única excepción la presentan los Kal'dorei, quienes a pesar de cesar sus ataques contra ellos mantienen su juicio a la hora de considerarlos una amenaza para Azeroth y para el equilibrio natural.


Relaciones con el mundo

  • Humanos Imperiales: La mayoría de ellos nos veneran como a salvadores, nos ayudaron, están en contra de La Legión y buscaron aliarse con nosotros apenas nos conocieron. Si no fuera porque el peso del pasado cae en nuestras mentes, aceptaríamos una alianza directa con ellos pero el tiempo nos ha enseñado a ser cautelosos. Puede que sean ambiciosos y algo egoístas y algunos de sus magos practiquen la magia oscura, pero la persiguen para erradicarla como nosotros y eso les hace ir por un sendero cercano al nuestro que con gusto compartiremos.
  • Enanos: Buenos hermanos de los Imperiales, son quienes insistieron en descreer de los Kal'dorei y los que gatillaron nuestro rescate. Son sumamente nobles y merecen también un importante lugar entre nuestros aliados, ansían la paz tanto como nosotros y puede que en un futuro sean amigos nuestros. Confiaremos en sus buenas intenciones de momento a pesar de que sabemos de la existencia de clanes radicales.
  • Gnomos: Las mentes más brillantes de Azeroth, curiosos, ansiosos de conocimiento. La mayoría de ellos busca la paz en este mundo pero critican nuestra religión. A pesar de esta diferencia han dado a conocer su buena voluntad y su deseo de aprender, en algunos casos estaremos dispuestos a mantener amistosas charlas sobre tecnológia o mágia para aprender el uno del otro. Pero su curiosidad no tiene límite y a veces eso puede ponernos o ponerlos en una situación peligrosa.
  • Humanos Occidentales: Toda raza tiene su parte no tan buena y esta seguramente sea la de los humanos; los que no niegan toda forma de divinidad, son paganos que adoran la tierra o directamente se vuelcan a las magias oscuras. No veneran a la Luz como sus hermanos ni la contemplan siquiera en sus vida. Les miraremos con los dos ojos y seremos precavidos, no son nuestros aliados y mantienen una alianza meramente comercial con los Imperiales, eso no inspira mucha confianza; que hayan hecho buenas migas con los Kal'dorei tampoco es buena noticia. Mantendremos una actitud neutral en cualquier caso.
  • Kal'dorei: Un montón de paganos xenofobos y petulantes. Ellos nos dieron una bienvenida a tener en cuenta masacrando a nuestros hermanos en cuanto tuvieron oportunidad. Son cerrados de mente y claramente peligrosos. Puede que cometieran un error, pero tampoco quisieron aprender de el y nos tratan de forma despreciable. Nos limitaremos a mantenernos al margen de ellos, pues a pesar de seguir una finalidad similar nuestros caminos están muy distanciados entre si.
  • Draeneis: Somos la raza elegida por todo lo que es sagrado, posemos un intelecto superior, un saber elevado y conocemos el camino correcto. Existimos para liberar al mundo de la oscuridad y para guiar aquellas razas que quieran tomar voluntariamente nuestra mano. Nosotros guiamos, nunca imponemos, agradeceremos a nuestros aliados la ayuda que nos ofrecieron y nunca olvidaremos lo que nuestros enemigos nos hicieron.
  • Quel'doreis: Conocimos primero a los Sin’dorei y resultaron ser un fracaso; los Kal’dorei no se quedaron atrás a pesar de odiar hacia la Legión Ardiente, pero los Quel’dorei merecen nuestra simpatía. Sufrieron prácticamente el mismo destino que nosotros y fueron desechados por los elfos nocturnos, evitando a través de un elaborado sabotaje que tengan su merecido lugar en la Alianza. Puede que ahora sea un pueblo hecho pedazos, pero la falta de puntos conflictivos con nuestra filosofia es un factor a tener en cuenta.


  • Orcos: Nuestros enemigos ahora resultan arrepentidos por sus crímenes… pero el peso de la sangre que hay en sus manos es demasiado grande para perdonarles. Dicen buscar la redención pero a pesar de todo siguen actuando igual y algunas de sus tribus cayeron de nuevo a manos de la Legión Ardiente. No son de fiar y hay demasiado rencor entre manos.
  • Troll de la Jungla: Aliados de los genocidas verdes, uno de los pilares fundamentales de La Horda. A pesar de tener una especie de unión para con el bienestar de la naturaleza no dejan de ser peligrosos. Siguen la creencia impuesta por los orcos y eso los pone al mismo nivel que ellos.
  • Taurens: La única raza perteneciente a la Horda que merece parte de nuestra atención, puede que tengamos objetivos similares y que su modo de actuar sea bastante correcto. Son pacíficos y amantes de la naturaleza pero no dejan de tener diabolicas costumbres ancestrales, venerando a los elementos como si fueran dioses, aparte de haber elegido a los peores aliados posibles. Posiblemente, gracias a su amistad con los elfos nocturnos, hayan aprendido a odiarnos tanto como lo hacen ellos.
  • Renegados: Sentimos lastima por su situación de no vida, podemos entender su sufrimiento. Pero su existencia es el efecto lateral de un plan de la Legión Ardiente y su propia naturaleza los define como seres oscuros. Hostiles y fríos, son peligrosos y sus intenciones no son muy buenas, permiten la magia fel entre otras de oscuras y no parecen tener tapujos en practicar la nigromancia. Nuestro deber no es otro que regalarles la paz del eterno descanso.
  • Sin'doreis: Puede que los orcos hayan sido seducidos y arrastrados por la magia fel a cometer atrocidades, pero esta raza la acepta y practica voluntariamente, ejecutando atrocidades semejantes por mote propio. Nos sabotearon en Draenor por orden de la Legión Ardiente y nos masacraron al poco tiempo de aterrizar en este planeta en un ataque a las islas que ahora habitamos. Eso los pone al mismo o un mas bajo nivel que sus aliados, no merecen perdón alguno y al igual que los pieles verdes, sólo en la purificación del fuego sagrado podrán encontrar el perdón.
  • Naga: La mayoría pertenecen a un culto a favor de la Legión Ardiente que adora a una deidad oscura de los mares; y el resto son aliados de los Sin’dorei. Sin duda alguna son nuestros enemigos, peligrosos y llenos de rencor. No dudaremos en levantar nuestras armas para erradicarlos de la existencia por el daño que han provocado y por el que están destinados a provocar.
  • Goblins: Pequeños seres de piel verde que se dedican al comercio. Todo tiene un precio para ellos y no parecen especialmente afectados por nuestra procedencia. Aprecian las gemas que les entregamos tanto como nosotros a sus recursos, pero debemos ser cautos. No dejan de haber pertenecido a la Legión Ardiente a través de su subyugación ante los orcos.
  • Ogros: Lastima es lo que nos entra al ver a los ogros, fueron esclavizados por los orcos y usados contra nosotros. A pesar de haber tenido un destino similar al nuestro cuando consiguieron la libertad algunos se unieron de nuevo a la Horda y los que no, se mantuvieron hostiles para el resto del mundo. Sus mentes han sido tan trastocadas que difícilmente el mejor de ellos pueda ser mas que una peligrosa bola de violencia.
  • El Azote: Creación de la Legión Ardiente que resultó en un desastre tan grande que incluso les perjudicó a ellos. Intentaron acaparar más poder del que podían manipular y crearon a un poderoso enemigo que desea su aniquilación. Son peligrosos y a pesar de que aniquilan demonios con el mismo énfasis que nosotros, son nuestros enemigos. Su misma existencia es una afrenta contra la todo lo que es sagrado.
  • Legión Ardiente y brujería: Nuestros enemigos, no importa que sus líderes fueran alguna vez nuestros líderes y hermanos… de ellos ya no queda nada. Les odiamos a muerte y sacrificaríamos cualquier cosa para acabar con ellos para siempre. Les hemos visto de cerca y sabemos que lo único que hacen es ofrecer promesas bellas y entregar un poder que, apenas entra en contacto con una persona, no deja absolutamente nada de ellos. Que la bendición de la muerte acobije a aquellos que se han dejado tentar por ellos.
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